La UMH pone en marcha un sistema de radioseguimiento de Águilas Perdiceras en la Comunidad Valenciana

El objetivo es determinar con precisión la utilización del espacio donde habitan estas aves para poder garantizar su conservación

La UMH pone en marcha un sistema de radioseguimiento de Águilas Perdiceras en la Comunidad Valenciana

El Área de Ecología del Departamento de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández de Elche está realizando un proyecto de radioseguimiento de tres ejemplares adultos de Águila perdicera, financiado por la Conselleria de Territorio y Vivienda de la Generalitat Valenciana. La técnica de campo consiste en colocar, adosado a la espalda de un águila adulta, un pequeño emisor de radio que propaga una señal que será captada por una antena direccional que marca la posición del ave. El objetivo de este estudio es determinar con exactitud qué zonas utilizan, dentro del territorio reproductor, los individuos adultos de Águilas Perdiceras, lo que permitirá garantizar su conservación.

El Águila Perdicera es una de las rapaces más emblemáticas de la Península Ibérica y su conservación está considerada como prioritaria. En la Comunidad Valenciana nidifican numerosas parejas reproductoras en las zonas montañosas del interior. Para gestionar mejor la población de Águilas Perdiceras de la Comunidad Valenciana es importante el conocimiento de las superficie de los territorios de estas parejas reproductoras. Conociendo los usos en los territorios de estas aves y el rango de utilización del mismo, se podrá conocer las zonas donde realizar actuaciones para garantizar su conservación, así como gestionar y ordenar los usos del suelo dentro del perímetro de cada territorio.

Las tres parejas elegidas para este estudio (ubicadas en Finestrat, Tibi¿Alicante- y Segorbe, en Castellón) aportan una información muy importante ya que se enfrentan a problemas de pérdida de hábitat dentro de su territorio, persecución directa por parte del hombre y competencia con otras especies.

Según el director de este proyecto, el Profesor de la UMH Eduardo Mínguez, los resultados obtenidos hasta el momento muestran datos sorprendentes ya que los territorios valencianos en los que habita el Águila perdicera tienen una extensión superior a la de otras regiones. En total la extensión media es de más de 3.000 hectáreas y el diámetro promedio de unos 10 kilómetros.

Los ejemplares estudiados usan principalmente zonas catalogadas como suelo rústico protegido, pero casi todos ellos utilizan más espacio del protegido desde el punto de vista medioambiental. Esto implica realizar labores de conservación de forma coordinada con agricultores, cazadores y colombófilos.

En cuanto a la actividad de las águilas se ha observado que tienen ciclos de actividad muy variados y no siguen un patrón fijo diario de utilización del espacio (utilizan numerosos posaderos, así como varios dormideros). Esta información es muy relevante pues éste es un hábito muy peculiar de las águilas perdiceras, al menos en la Comunidad Valenciana. Las águilas parecen cazar a menudo desde posaderos y por ello necesitan, además de terrenos agrícolas, de peñas y bosquetes tranquilos donde acechar a sus presas. Suelen ir en pareja la mayor parte del tiempo que han sido observadas y pasan gran parte del día posadas o cicleando. Parecen, no obstante, ser relativamente tolerantes con la presencia humana ya que no evitan las zonas donde ésta es más importante.

El proyecto de radioseguimiento de la UMH, que comenzó en mayo del presente año, continuará durante al menos un año más con estos tres ejemplares y ahora que ha comenzado la temporada de caza, tiene como uno de sus objetivos valorar en que medida puede repercutir el desarrollo de esta actividad

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