Un Trabajo Fin de Grado concluye que la imposición de tasas en bebidas azucaradas es una medida efectiva para prevenir la obesidad

El establecimiento de tasas sobre las bebidas azucaradas tiene un impacto significativo en las ventas y compras de estos productos y, por lo tanto, es una herramienta útil para prevenir la obesidad. Esta es una de las conclusiones del Trabajo Fin de Grado (TFG) de la estudiante del Grado en Farmacia de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Maite Redondo. Los profesores del Departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la UMH Ildefonso Hernández Aguado y Blanca Lumbreras Lacarra han dirigido este trabajo, que se publicará en la revista internacional “American Journal of Clinical Nutrition”, con un factor de impacto de 6,920 y en el primer decil de su categoría.

La autora del TFG, Maite Redondo.

Este TFG, titulado “El impacto de las tasas en el consumo de bebidas azucaradas: una revisión sistemática”, se ha centrado en sintetizar la evidencia existente acerca del impacto real que el establecimiento de tasas sobre las bebidas azucaradas puede tener en el consumo de bebidas o las transacciones de las mismas y, como consecuencia, sobre los resultados en salud en términos de influencia en los índices de obesidad y sobrepeso en la población afectada. El objetivo era determinar si constituyen una medida adecuada y efectiva para los países en la prevención de la obesidad o la protección de la salud pública.

En este estudio se ha evaluado un total de 991 artículos, obtenidos de 4 bases de datos diferentes, y finalmente, se han seleccionado 17 investigaciones que cumplían los criterios de inclusión. Eran trabajos que evalúan el impacto de la implementación de tasas, tanto en poblaciones reales como a través de estudios experimentales. Los resultados han indicado que las ventas y compras de bebidas azucaradas disminuyen significativamente en aquellos países en los que el estado ha establecido una tasa superior al 8% (en concreto en EE.UU. y Méjico), respecto a las ventas/compras que se efectúan antes de la introducción de las tasas. Por otro lado, se ha comprobado cómo el impacto de las tasas es mayor en clases sociales más vulnerables, donde también la prevalencia de obesidad es mayor.

En los estudios experimentales, se estableció que una tasa inferior al 7,25% en las bebidas azucaradas era inefectiva, ya que no había diferencias en compra de este producto con o sin la introducción de la tasa y que el efecto era mayor para tasas superiores al 10%. Asimismo, se comprobó cómo la aplicación de una tasa indirecta, que resulte en un aumento del precio al consumidor, parece la medida más apropiada.

Según la autora de este estudio, Maite Redondo, la introducción de tasas en las bebidas azucaradas es una herramienta útil en la reducción de compra de calorías, aunque es necesaria más investigación para evaluar el efecto final en la calidad de la dieta.

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