Discurso del Rector
4 d’octubre 2002
Discurso de apertura de curso 02 03
ILMA. SRA. SUBSECRETARIA DE LA CONSELLERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA.
EXCMO. SR. PRESIDENTE DEL CONSEJO ECONÓMICO
EXCMAS. E ILMAS. AUTORIDADES
COMPAÑEROS DEL CLAUSTRO DE PROFESORES Y DEL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS.
ALUMNAS Y ALUMNOS
SEÑORAS Y SEÑORES
Acabamos de distinguir a dos personas excelentes.
Don Juan Rodés y Don Luis García Berlanga. Son excelentes cada uno en lo suyo, la Medicina y la Cinematografía, pero también y esto es lo que las hace especiales para todos nosotros son excelentes personas. Ambos han contribuido de forma muy importante al avance del conocimiento, y de lo que podríamos llamar el “estado del arte”, en cada uno de sus campos de trabajo.
Hemos oído el elogio que de ambos han realizado, Don Miguel Pérez Mateo, y Don Joan Alvarez, y poco podría añadir yo a sus palabras, que agradezco y felicito. Sólo deseo expresar en nombre de esta universidad y de todos los integrantes de la comunidad universitaria nuestra alegría por contar con ellos en el Claustro de Doctores de la UMH, junto a todos los que, en estos cinco cursos académicos, se han ido incorporando y con quienes mantenemos vínculos de colaboración.
Don Juan Rodés, representa la conjunción de la medicina clínica y la investigadora, una forma relevante de lo que denominamos investigación, desarrollo e innovación. Sólo hace falta recorrer su historial de trabajos, distinciones y premios, para ver cuán importantes han sido sus aportaciones a la medicina en general, y a la medicina española en particular.
Don Luis García Berlanga es probablemente el cineasta español más relevante del siglo XX y estoy seguro de que lo será también del XXI. De sí mismo, García Berlanga ha dicho que es un libertario, yo creo que en efecto ama la libertad y ha dado evidentes muestras de luchar por ella. Lucha por ella con un arma más potente que otras muchas, la de la imagen, porque como él mismo ha dicho, toda la información y toda la cultura contemporánea nos ha de entrar por el trauma óptico.
Nuestra Universidad les agradece que hayan aceptado unirse a ella, y esperamos que su capacidad de esfuerzo, de perseverancia, de dinamismo y de innovación permanente, nos infunda la fuerza y el coraje para construir nuestro proyecto de vida universitaria, tal como ellos han construido la suya propia.
Este curso comienza para nuestra Universidad en un escenario nuevo
.
Por un lado, ahora, con la LOU aprobada, y con el Reglamento que ha de regular las elecciones a Claustro publicado, ya están dadas las condiciones para que podamos efectivamente iniciar nuestro proceso constituyente.
Por otro, la aplicación de la LOU está produciendo y producirá cambios en la vida universitaria; ha supuesto un revulsivo en la vida de las universidades, y aunque en nuestro caso su impacto haya sido menor, no deja tener una problemática particular que habrá que ir asumiendo, y resolviendo. Además Declaración de Bolonia implicará la adaptación y renovación de nuestras estructuras universitarias para la necesaria adaptación al marco europeo. La incorporación de nuestra universidad a ese espacio, nuestra internacionalización en suma, constituye uno de los más importantes retos de nuestro futuro.
En lo que respecta al proceso constituyente, espero que, dentro de unos días, la Comisión Gestora de la Universidad acuerde el inicio de la convocatoria a elecciones a Claustro Constituyente. Una vez constituido el Claustro, se deberá constituir el Consejo de Gobierno de la Universidad, que redactará y aprobará la normativa de elección del Rector. Después podrá producirse esa elección, y acto seguido, el Claustro abordará la tarea de redactar y aprobar los primeros Estatutos de la UMH.
Se trata sin duda de un momento muy especial de nuestra historia, en el curso del cual debemos mostrar la solidez de nuestra institución, y la amplitud de nuestra responsabilidad como comunidad universitaria. Para todos los que desde el primer momento nos hemos dedicado con empeño a la construcción de esta universidad (docentes, PAS y estudiantes) es también un momento particularmente afectivo. Sin duda, se ha trabajado mucho y con muchos sacrificios. No obstante, se y quiero que todos sepáis que los resultados que hemos alcanzado son excelentes, no porque lo diga yo aquí, sino porque así se ha reconocido en diferentes foros y por diferentes instituciones.
Por esta razón, me permitiréis que haga algunas anotaciones sobre las principales líneas del trabajo conjunto realizado en estos cinco años.
En la gestión económica, hemos dado importantes pasos en el proceso de normalización económica haciendo viable nuestro proyecto de Universidad pública. Hemos conseguido nuestra convergencia con el Plan de Financiación de las Universidades Públicas Valencianas, tal como estaba previsto, con toda normalidad y en situación de equilibrio.
Nuestra gestión económica ha sido valorada y reconocida de forma positiva en las Auditorías que, todos los años, han realizado tanto por la Intervención General de la Generalitat, como la Sindicatura de Cuentas. Además, hemos consolidado fórmulas innovadoras como la financiación vinculada a objetivos que aumentan nuestra eficiencia; hemos incrementado los fondos asignados a centros y departamentos recurriendo a fórmulas objetivas de reparto presupuestario; hemos mejorado el proceso de control de la ejecución presupuestaria y hemos acometido con notable éxito el proceso de adaptación a la implantación del euro.
Hemos profundizado el proceso de descentralización de la gestión, y hemos puesto en marcha el Plan Director para la mejora de la calidad de los servicios, las Cartas de servicio, los equipos de mejora, y la acreditación de servicios.
En el ámbito de la gestión de infraestructuras hemos completado el plan trazado para el primer quinquenio. A lo largo de estos años, la UMH ha crecido desde cero en dos de sus campus, Elche y Altea, y ha desarrollado intensamente los otros dos: San Juan y Orihuela. Los fondos del Plan de Inversiones de la Generalitat Valenciana han sido el instrumento fundamental que ha soportado el coste de las infraestructuras realizadas. Pero también, gracias a la calidad de los grupos de investigación de la UMH, se han conseguido importantes Fondos Feder, cuyo uso ha sido el de incrementar y mejorar las infraestructuras destinadas a la investigación.
Hasta ahora el grado de ejecución de las infraestructuras es aproximadamente del 60% de lo que nuestra Universidad deberá tener cuando alcance su madurez. Por ello es necesario contar con los fondos necesarios para cumplir la tarea restante en el plazo de 4 años.
En estos momentos se está produciendo la urbanización de superficie de los campus, sobre todo el de Elche; está iniciada la construcción del Edificio de Rectorado y Consejo Social; la construcción del Instituto Universitario de Neurociencias, ya muy avanzada; y en curso la de la Granja del Campus de Orihuela. En breve plazo comenzará la construcción de dos nuevos edificios departamentales en el campus de Elche; y están ultimándose los proyectos de ejecución de la Escuela Politécnica Superior de Elche, y del Centro de Bioingeniería. En el campus de Orihuela, ya están aprobados los proyectos de construcción de las obras del Edificio Departamental y del Edificio de Decanato y Servicios administrativos en Las Salesas, y estamos en período de reestructuración del Plan Funcional de los Edificios Departamentales.
La gestión de los recursos humanos ha tenido como objetivo principal la estabilización y promoción del profesorado, mediante el Plan de Dotación y Promoción, una convocatoria con la que nos hemos adelantado en cierto modo a lo previsto en la nueva ley; y mediante una política de dotación de plazas, que mejoran la situación de lo que más necesitaban de ello. Estamos consiguiendo así la consecución de un buen equilibrio estructural entre todos los Departamentos que aseguran una buena posición de partida para el futuro. Todo ello sin olvidar que, con la aprobación de nuestro Plan de Aplicación de Recursos Docentes, Investigadores y de Transferencia Tecnológica, hemos sentado las bases para el reconocimiento de la actividad investigadora con la reducción proporcional de la carga docente, elemento reclamado tradicionalmente por el profesorado de las universidades españolas.
Esa misma política se ha practicado en lo que toca al Personal de Administración y Servicio. Además de las convocatorias ya producidas para cubrir plazas de personal funcionario en trance de resolución, está ultimado el estudio que permitirá hacer una nueva convocatoria, sobre unas bases mejoradas y que abren amplias posibilidades de estabilización de nuestro personal; y también está ultimándose el estudio de la reforma de la RPT, para adecuarla mejor a nuestras necesidades, y poner las bases de una amplia política de promoción interna, que permita la construcción de una carrera profesional del personal de la universidad dentro de ella.
Hemos profundizado y mejorado los Planes de formación y el Fondo de ayuda social, y está prácticamente ultimado, de acuerdo con los representantes sindicales, el Plan de Pensiones para todo nuestro personal, la implantación de un programa de flexibilidad horaria, y del “Sistema de gestión preventiva de Riesgos Laborales y Mejora de las condiciones de trabajo.”
Como puede verse, en la política de gestión del personal, la estabilización, la promoción, y la mejora continua, han sido y son los objetivos estrella, a los que no deseamos renunciar.
La gestión académica, se ha orientado a ampliar nuestra oferta de títulos oficiales, pasando de los 16 del primer año a los 31 actuales, estando pendientes todavía de implantar algunos como la Ingeniería Técnica Agrícola, especialidad en Mecanización y Construcciones Rurales, y la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que esperamos implantar el próximo curso. Igualmente, hemos ampliado y reorganizado la oferta de enseñanzas de post-grado.
Además se ha realizado un esfuerzo importante para facilitar la gestión de los planes docentes, imprimir un decisivo impulso al proceso de evaluación de nuestras titulaciones, fomentar iniciativas y programas de calidad, e introducir medidas de mejora docente. Con gran satisfacción podemos afirmar que hemos sido de nuevo la primera universidad española que ha conseguido una certificación internacional de calidad según la norma ISO 9001:2000, para la gestión de planes de estudio y planes docentes.
En investigación hemos hecho loables esfuerzos de apoyo a la gestión de los proyectos presentados por los investigadores, obteniendo muy buenos resultados. Por citar solo algún dato, comentaré hemos superado ampliamente nuestros objetivos, en ayudas a la investigación, poniéndonos a la cabeza de las universidades valencianas en recursos captados por proyectos IDT en el 2001, con una cuantía de 7 Millones 500.000 euros (indicador RIDT); e igualmente estamos a la cabeza de nuestras universidades en el índice de sexenios (indicador ISEX).
Nuestra concurrencia a las diversas convocatorias de ayudas a la investigación competitiva han venido teniendo un éxito creciente, así como la capacidad de nuestros departamentos y centros de investigación para conveniar y contratar con instituciones y empresas acciones de desarrollo tecnológico y prestación de servicios, plasmadas en una oferta tecnológica cada vez más amplia.
En el Programa Ramón y Cajal, nuestra Universidad, en la convocatoria del 2001, consiguió 8 contratos de investigación (6 a través de la propia Universidad y 2 a través del CSIC-Instituto de Neurociencias), colocándonos entre las 20 primeras Universidades de España.
Por lo que se refiere a nuestros estudiantes, que constituyen el centro de nuestra atención, hemos superado cada año las previsiones de nuestro proyecto y de la propia Dirección General de Universidades, cumpliendo con nuestras previsiones de matrícula, siempre con la máxima de contar con grupos no masificados en pro de una mejor enseñanza.
Las tasas de efectividad y de éxito académicos han alcanzado valores de entre el 80 y el 95%.
Para apoyar la inserción laboral de nuestros diplomados y licenciados hemos desplegado ideas e ilusión y logrado éxitos importantes. Como consta en el estudio que sobre Inserción Laboral ha hecho el Consejo de Universidades, el 95% de nuestros titulados que han buscado trabajo lo han conseguido. El tiempo medio para encontrar trabajo fue de 3,5 meses (la media nacional es de 6), y el 46% encontró trabajo antes de acabar sus estudios.
El número de prácticas ha sido este último curso de 2.120 (un incremento del 51% sobre el curso pasado), superando con creces los objetivos establecidos. Y 6 proyectos empresariales de nuestros estudiantes han sido premiados en los diferentes certámenes ( Premios Fundeun de Nuevas Ideas Empresariales; Concurso de Jóvenes Empresariales del Ayto de Alicante y JOVEMPA; Concurso de Proyectos Empresariales del Ayto. de Muchamiel y Concurso “Elche Emprende” del Ayto. de Elche.)
En permanente diálogo con la Delegación General de Estudiantes, que me atrevo a calificar de ágil, flexible y productivo, hemos podido implantar mejoras significativas, como el curso cero para algunas titulaciones; la figura del estudiante tutor voluntario; la orientación a los estudiantes sobre todo a los nuevos, ofrecida por el centro de Psicología Aplicada, programas de información a los estudiantes de secundaria; y procesos innovadores, que empiezan a ser imitados por otras universidades, como la matrícula en julio o formas alternativas de pago buscando la comodidad de los propios estudiantes. A lo que se suma la creación de la Oficina de Antiguos Alumnos que entrará en funcionamiento este curso, para mantener los lazos y la conexión con todos nuestros egresados.
Quiero dejar constancia del importante papel que nuestros estudiantes han jugado en la creación de la figura del Defensor Universitario, en la aprobación de su normativa, y en la elección del Prof. Jorge Mataix como tal, al que felicito por el gran papel que está realizando en el cumplimiento de su importantísima misión; así como en la creación de la Oficina Ambiental, que podremos en marcha este curso.
Durante estos años, también, nuestra comunidad universitaria ha procurado colaborar activamente en la defensa y solidaridad de otras personas que por, diferentes avatares y catástrofes, se han encontrado ante situaciones desesperadas. Nuestro compromiso con ellos nunca será suficiente, y siempre deberemos ir más allá. Para eso, y para mucho más, desde este curso contamos con un Centro para la Cooperación al Desarrollo para el que os pido toda vuestra colaboración.
En gestión de la calidad, los esfuerzos del primer quinquenio han sido realmente importantes: Se ha puesto en marcha el Plan Estratégico de Calidad, de la UMH. Sus dos estrategias principales: Premiar a los mejores y el Pacto por la Calidad han funcionado obteniendo muy buena respuesta, con un porcentaje de cumplimiento de objetivos docentes y de investigación del 95% y de gestión de prácticamente el 100%.
Nuestro trabajo ha obtenido excelentes resultados en la valoración de los indicadores ligados al programa de objetivos de calidad de la Dirección General de Universidades de la Consellería, de forma que en un 60% de los indicadores superamos a la media de las universidades valencianas, y en un 45% mostramos el mejor de todas ellas.
El colofón final de nuestro esfuerzo en materia de calidad, este último curso, ha sido la Obtención del Premio a las Mejores Prácticas por parte del Club Español de Gestión de Calidad, el Premio otorgado por la Asociación Española de la Calidad, y la evaluación externa sobre la base del modelo Europeo de Excelencia EFQM, que ha realizado AENOR, como organismo independiente, y que nos permite recibir el sello Europeo de Excelencia en la gestión, puesto que hemos superado la barrera de los 500 puntos necesarios para ello. La importancia de este hecho no debe pasar inadvertida, puesto que, en la última década, sólo 31 empresas europeas no españolas han conseguido ese Sello (entre ellas Eriksson, Nokia, British Telecom, Rank Xerox, Texas Instruments, o Volvo); sólo 10 empresas españolas la han superado, y entre ellas, sólo somos dos las Universidades que se han sometido a este examen (la UPC y la UMH), y la UMH es la que obtenido la puntuación más alta, hasta la fecha.
Con relación a las actividades de extensión universitaria año tras año se ha consolidado la programación básica que ofrecemos a la comunidad universitaria y que se adecua a las peticiones efectuadas en función de una encuesta que se realiza en la matrícula, y cada curso al resto de la comunidad. Han conseguido su mayoría de edad el Aula de Teatro (en este pasado curso estrenó su primera obra), el Aula de Cine y el Coro Universitario; y muchas otras actividades han contado con gran aceptación, como los talleres de Bailes de Salón, de Fotografía Digital y de Guitarra Española. El pasado curso nuestros estudiantes acudieron a la Liga Nacional de Debate Universitario alcanzando una meritoria clasificación. Hemos realizado cursos de voluntariado y concedido Becas a Estudiantes de colectivos desfavorecidos.
En el campo deportivo ya existe una amplia oferta de actividades repartidas en competiciones internas, siendo las más importantes el fútbol sala y el baloncesto; campeonatos zonales universitarios en los que hemos conseguido puestos de honor; y la participación en Campeonatos de España Universitarios y Campeonatos Mundiales Universitarios, donde hemos conseguido diversos primeros puestos. Y la Gala del Deporte, como acto anual de reconocimiento a nuestros deportistas, va por dos ediciones.
Finalmente, nuestro proceso de normalización institucional ha sido continuo desde el primer momento, al contrario de lo que algunos se han empeñado en decir. Hemos celebrado elecciones para representantes estudiantiles, elecciones sindicales, elecciones para directores de Departamento y para Directores de Centros de Investigación, mediante las cuales todo nuestro personal y nuestros estudiantes han tenido garantizada su representación democrática; culminando el proceso con las elecciones a juntas de centro y elecciones a Decano o Director, que están en trance de finalizar.
En ese camino ha sido decisivo el trabajo de todas las oficinas y todos los servicios, cuyo trabajo hay que resaltar, porque siempre han dado lo mejor de ellos mismos. Pero también hay que destacar el trabajo de la Comisión Gestora, y el de nuestro Consejo Económico, que ha tenido una importancia decisiva, durante todos estos años, procurando siempre colaborar activamente en la construcción, desarrollo y mejora de esta universidad con la vista puesta en el servicio público que tenemos la responsabilidad de procurar.
A todos ellos quiero dejarles constancia de mi agradecimiento por su incansable labor y por su impagable ayuda.
Así pues, creo que podemos decir, sin dejarnos llevar por triunfalismos fáciles, que el proyecto universitario de la UMH ha conseguido una consolidación innegable. Quién iba a decir que aquella incipiente estructura, en la que trabajábamos febrilmente para abrir las puertas en octubre de 1997, sería la brillante UMH de hoy: una universidad pública reconocida por la sociedad, las instituciones, y las empresas. Y hay que reconocer y proclamar que su construcción ha sido un mérito compartido por muchas personas. Ha sido una empresa colectiva.
Ahora bien, que sea una empresa colectiva no quiere decir que sea anónima, ni impersonal
. Tiene nombres propios, cuya enumeración sería larga, pero que ninguno de quienes hemos tenido la responsabilidad de dirigir la gestión de la universidad podremos olvidar. Todos ellos ponen rostro a esta universidad. Son nuestro “capital humano”, el más importante, y gracias al cual hemos conseguido resultados más que proporcionales al tiempo pasado.
Su esfuerzo debe verse recompensado con el apoyo de nuestra administración autonómica. Hace cinco años, en mi discurso de apertura del primer curso académico, pedía yo una ayuda diferenciada, porque no todas las universidades somos iguales. Y entonces como ahora, vuelvo a solicitar a nuestro gobierno, la ayuda que necesitamos para nuestro desarrollo y culminación. No pedimos un trato discriminatorio, sino diferenciado, porque siempre hemos defendido que cada universidad de nuestro sistema público debe recibir lo que real y objetivamente necesite, para poder dar el servicio público al que está obligada, en las condiciones adecuadas. Y eso significa que se aborde con serenidad, pero recta y seriamente, la reforma de nuestro Plan de Financiación, que si bien ha cumplido un excelente papel, es sin duda mejorable, por cuanto debe recoger esas diferencias entre las universidades. Pedimos a nuestra administración que asuma las ineludibles inversiones que esta universidad necesita para culminar su construcción y prestar a la comunidad sus servicios de forma adecuada, y en semejantes condiciones, a las otras universidades públicas. Lo que pedimos es la aplicación de criterios de justicia distributiva, y no de una justicia puramente aritmética o niveladora. La justicia aritmética, niveladora o igualadora, que atribuye a cada uno lo mismo, representa en todos los casos una abstracción extrema, y por ello un trato desigual e injusto; mientras que la justicia distributiva da a cada uno porciones desiguales, en función de sus diferencias, para lograr la auténtica igualdad.
Pero, no se trata sólo de pedir recursos. Nuestra petición ha de ser respaldada por nuestro compromiso de trabajar con todo nuestro esfuerzo y rindiendo cuenta minuciosa del uso que hacemos de esos recursos, con la convicción de que esa será nuestra mejor contribución para construir el mejor futuro de nuestra Universidad, y de nuestra sociedad.
Y en ese trabajo, una de nuestras tareas será de la constituir nuestro claustro y escribir nuestros Estatutos.
La elaboración del los Estatutos de la UMH
se presenta como una atractiva posibilidad para dotarnos de una universidad del siglo XXI para el siglo XXI.
Nos permitirá mostrar que la UMH está dispuesta a trabajar para aplicar la experiencia de estos cinco años y abrir nuevas vías y posibilidades. Hemos de propiciar un procedimiento claro y participativo para la elaboración de nuestros Estatutos, considerar todas las perspectivas y todas las propuestas, y recoger aquellas que verdaderamente sirvan para construir una universidad nuestra y una vida en común, en la que quepan todas las opiniones y todas las diferencias, dentro de un máximo respeto institucional y personal.
La primera tarea a la hora de redactar nuestro Estatutos será la de definir con claridad qué universidad queremos, qué papel debe jugar en nuestra sociedad, cuáles serán en suma, nuestras señas de identidad. Y ahí no podemos olvidar que debemos generar conocimiento básico y aplicado, para contribuir al enriquecimiento material y moral de nuestra sociedad; pero sobre todo que debemos formar buenos profesionales y ciudadanos que ocupen su lugar laboral y social con dignidad y contribuyan al florecimiento de nuestra comunidad.
Igualmente deberemos definir, de forma precisa y bien articulada, la función de cada uno de los centros que constituyen la universidad: Departamentos, Facultades y Escuelas, y Centros de Investigación, y articular su relación.
Y también tendremos que establecer las líneas fundamentales de la organización de nuestro capital humano: el personal docente e investigador, y el de administración y servicios. Deberemos considerar como seleccionarlo, cuáles han de ser sus obligaciones y derechos, y como promocionarlo. Y en esa consideración habrá que tener en cuenta que no todos tenemos que hacer lo mismo, y que, en consecuencia, no deberán ser, como hasta ahora ha venido ocurriendo, los créditos docentes los que determinen fundamentalmente la selección y el trabajo, sino que, cada vez más, la investigación, e incluso los servicios, deberán jugar un importante papel en la toma de decisiones en la recluta de nuestro personal; al mismo tiempo que mejoramos la consideración que hasta ahora ha tenido el trabajo de enseñar.
Con todo ello tenemos la oportunidad de hacer de la UMH un referente de universidad investigadora, pública, práctica y avanzada.
Y solo así, sentaremos las bases para nuestro futuro,
Para conseguirlo debemos organizar la universidad un día tras otro, un curso después de otro, debemos proyectarla hacia horizontes más ambiciosos. Y en ese diseño de nuestro futuro, la vocación de la UMH ha de ser siempre, Avanzar, Mejorar, Profundizar, Innovar, para de nuevo avanzar y mejorar.
Somos una Universidad joven que cree en el futuro, en la calidad, que cree en la innovación, en la cooperación y la solidaridad; y que busca la excelencia, sobre el fundamento de la libertad; y del pensamiento crítico y también del autocrítico.
Esas son las bases de nuestro proyecto; un proyecto dinámico, estimulante, que crea lazos estrechos entre los compañeros que luchamos por construirlo, que inspira, arrastra, agota, y apasiona a la vez.; que avanza a velocidad vertiginosa, y que es un éxito incluso para aquellos que no la miraban con buenos ojos en sus inicios.
En la construcción futura de ese proyecto, todos nosotros, la Comunidad Universitaria UMH, deberemos ser comprometidos, centrados, críticos, creativos, adelantados a nuestra época, impacientes, perseverantes, rebeldes, honestos, imperfectos y buenos hasta el absurdo en todo aquello que hagamos o emprendamos.
Por eso, ahora, es cuestión de trabajar todos juntos para afrontar estos retos y otros nuevos que, sin duda, nos traerá el futuro y proponer vías de actuación para impulsar hacia delante a nuestra Universidad. Y hemos de hacerlo con la confianza de que somos capaces. Porque, como decía un buen Rector, amigo mío, “la medida de nuestro futuro es un futuro sin medida.”
Hemos de establecer entre todos nuestras prioridades y estrategias, siempre, con el objetivo de conseguir la mejor docencia, la mejor investigación, los mejores servicios, y la mejor cultura. Y eso requiere no sólo medios, que reclamamos y reclamaremos, sino también una capacidad para diversificar y definir nuestros estudios, de revisar nuestros planes de estudio y, sobre todo, para potenciar las actitudes y disposiciones personales de colaboración, de trabajo, y de búsqueda de la excelencia.
Me gustaría terminar este discurso haciendo una reflexión personal sobre el punto de inflexión en el que en estos momentos se encuentra la historia de la UMH.
Durante estos años, como he dicho anteriormente, hemos intentado gestionar esta institución académica con el único fin de proporcionar a la sociedad un servicio publico de calidad en materia de formación universitaria e investigación científica y artística. Todos los sectores de la UMH sin excepción, (estudiantes, PAS y PDI), hemos tenido que oír y aceptar opiniones no siempre agradables, por un lado, y por otro aceptar modificaciones de nuestras ideas iniciales junto a aplazamientos de proyectos y deseos, en pro de conseguir el objetivo común: la construcción de la UMH.
Durante estos años, tanto desde dentro de nuestra institución como desde fuera, hay quien no ha desaprovechado la ocasión para intentar desvirtuar públicamente el esfuerzo conjunto de toda la UMH.
Han tenido que ser elementos independientes, ajenos a nuestra institución -y me estoy refiriendo al Informe sobre la Calidad de la Universidades Publicas Españolas, realizado por investigadores de las universidades de Barcelona y Columbia, tanto como los estudios de los Institutos Valenciano y Nacional de Estadística, y a los del Consejo de Universidades, o de las Direcciones Generales de Universidades, autonómica y central- quienes hayan venido a demostrar que el resultado de nuestro esfuerzo conjunto ha sido correcto. Sin duda, mejorable (os lo dice alguien que hubiese querido tener más y mejor, para poder hacer más y mejor), pero correcto. Y desde la independencia de estas fuentes, esas criticas, que algunos han vertido sobre la UMH han quedado sin fundamento, y han descalificado públicamente a los mismos que las formularon.
Yo me sentiría íntimamente satisfecho si, además de haber contribuido al logro de estos objetivos, hubiera conducido a nuestra comunidad universitaria a un estado de madurez que le permita analizar críticamente los resultados de su esfuerzo, sin dejarse llevar por malquerencias, o maledicencias. Porque esta madurez es indispensable para lo que John Fitzgerald Kennedy entendía como la “autentica democracia”: la capacidad de una colectividad para elegir a sus dirigentes entre aquellos que realmente, de verdad, lucharán por los intereses de la comunidad. Si hemos conseguido llegar a este estado, os aventuro que el futuro de la UMH solo podrá ser mejor cada día.
Amigas y amigos míos, este es la sexta inauguración de curso que tengo el honor de presidir. En mi intervención de la primera, no teníamos memoria de pasado, que aún no existía,. Era pues, una invitación a la aventura. Con el esfuerzo conjunto hemos conseguido una muy buena parte de los objetivos que nos propusimos. Yo he tenido la suerte de liderar esta aventura, espero que con más aciertos que errores. He tenido la suerte de conocer, y trabajar codo a codo con muchas personas, que se volcaron desde el primer momento en la forja y construcción de este proyecto. En eso ha estado y en eso está mi recompensa, y, si en algo ha valido mi contribución, estoy contento. Citando a Platón diría: “Prefiero que me pregunten por qué no hay una estatua con mi efigie, a que me pregunten por qué la hay.”
Y si puedo expresar con una sola frase lo que sentía cuando escribía estas líneas, y cuando veía pasar ante los ojos de mi memoria el suceder de tantos y tantos acontecimientos de estos últimos cinco años, esa frase sería: Ha valido la pena. Sigue valiendo la pena. Seguirá valiendo la pena. Gracias a esta extraordinaria comunidad universitaria: la UMH.