Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han desarrollado un robot cuyos movimientos se pueden controlar a partir de la actividad cerebral de una persona. El objetivo de este trabajo es mejorar la calidad de vida de personas con accidentes cerebrovasculares y discapacidades motoras severas. El robot se ha presentado a un grupo de investigadores que han participado en el Curso Internacional de Rehabilitación Neuronal, celebrado en Elche.

La investigación se centra en lograr que el dispositivo robótico realice actividades cotidianas, como acercar objetos o dar de beber. Pero el reto marcado va más allá. Encender la luz de una habitación, controlar los canales de la televisión, bajar o subir una persiana o llamar a alguien con tan sólo pensarlo son algunas de las funciones de futuro que estos investigadores se han propuesto.

Esta investigación ha sido desarrollada por el grupo de Neuroingeniería Biomédica en colaboración con el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH. En el estudio han el director del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH, José María Azorin, y los profesores Nicolás García, Carlos Pérez, José María Sabater, Eduardo Fernández y los ingenieros Enrique Hortal, Ricardo Morales y Javier Badesa. En este trabajo, también, participan grupos de investigación de toda Europa, que cuentan con el asesoramiento de los usuarios finales y sus familiares, además de médicos especialistas en Neurología y en Rehabilitación.

Actualmente, el dispositivo robótico cuenta con dos brazos y dos manos, según José María Azorín. El sistema utiliza electrodos superficiales que se colocan en la cabeza de la persona, como si se tratara de un encefalograma, y sus sensores son capaces de detectar la actividad eléctrica del sistema nervioso. La información recogida es codificada a través de unos algoritmos especiales que trasladan las órdenes al robot para que, por ejemplo, realice actividades cotidianas, como coger un vaso de agua y ayudar a beber o dar de comer a la persona incapacitada.

Según el director del grupo de Neuroingeniería Biomédica,  en la actualidad los avances diagnósticos y terapéuticos han logrado que las neurología y la neurorrehabilitación tengan un papel mucho más activo, hecho que contribuye a ofrecer soluciones reales a los problemas de los pacientes neurológicos.  Por ello, el avance del conocimiento en este campo solo puede conseguirse mediante la colaboración de grupos básicos y clínicos con una perspectiva traslacional. El objetivo es contribuir a desarrollar nuevas estrategias terapéuticas que, en la medida de lo posible, permitan a las personas con déficits neurológicos severos lograr su integración potenciando al máximo sus capacidades motoras y sensoriales.

El proyecto se encuentra en fase de desarrollo del sistema, con la intención de comprender y validar esta tecnología en personas sanas y, posteriormente, implantarlo en dispositivos más sencillos, de menor dimensión y asequibles para el ciudadano, ya que, en palabras de Eduardo Fernández, “un robot es caro y no puede estar a disposición de todo el mundo”.

El proceso de investigación es largo y la tecnología implicada es compleja, así que desde el grupo de trabajo no se marcan plazos y han asegurado que pasará cierto tiempo hasta que este tipo de productos llegue a los usuarios finales.

Este proyecto de la UMH se incluye dentro del objetivo de la Universidad de  desarrollar tecnologías “útiles” para la sociedad, en concreto, para ayudar a personas con problemas neurológicos, cognitivos y motores a mejorar su calidad de vida.

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