La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha organizado una cata de variedades híbridas de tomate, procedentes del cruce de líneas de las variedades Muchamiel del programa de mejora de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) y de variedades americanas oscuras. La actividad ha tenido lugar esta mañana en el Laboratorio de Microbiología y Genética del edificio Tudemir de la EPSO.

Durante la jornada, se han catado cuatro variedades híbridas, así como una de control y se ha medido la aceptación de distintos atributos y la aceptación global de los frutos. En esta actividad han participado los Grupos de Investigación de la EPSO “Biodiversidad Agrícola y Mejora Genética de Variedades” y “Economía, Política y Desarrollo Agroambiental y del Medio Rural”.

Estas variedades de tomate están modificadas genéticamente, no transgénicamente, con genes de tomates silvestres más resistentes. Los investigadores de la UMH han introducido esta resistencia genética mediante la polinización que extraen de los tomates silvestres, más pequeños y no comestibles, que presentan mayor aguante a las enfermedades.

En esta actividad han participado alrededor de 70 personas que han catado las cinco variedades de tomate. Según los expertos, el objetivo es recuperar el cultivo de variedades tradicionales mediante la introducción de mejoras genéticas.

Según el profesor de Genética Molecular de Plantas Santiago García Martínez “las variedades tradicionales son muy débiles y son atacadas por los virus, por eso, con la introducción de genes las convertimos en más resistentes pero pierden calidad. De este modo, las catas sirven para buscar una calidad aceptable y que el consumidor valore la organoléptica”.

Los datos extraídos de la cata servirán para conocer la opinión del consumidor y los atributos que valoran a la hora de comprar tomate. Estas variedades provienen de un cultivo que está en fase experimental y se seleccionará la línea más interesante para hacer un ensayo de comercialización.

[Mostrar como pase de diapositivas]