El catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Sant Joan d’Alacant, Pedro Acién, y la profesora del Departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la UMH Maribel Acién han intervenido con éxito a dos jóvenes de 17 años que padecían una anomalía congénita similar al síndrome de Rokitansky, en el que le falta el útero y la vagina a la mujer. La operación de estas jóvenes, a quienes se les había realizado cirugía previa fallida, se ha realizado en el Hospital Universitario de Tubinga (Alemania).

Según el profesor de la UMH Pedro Acién, “estas jóvenes sí tenían una parte del útero y lo que les faltaba era el cuello del útero y la vagina. Por tanto, tenían menstruación pero ésta no podía salir, lo que les provocaba fuertes dolores. En muchos sitios a estas pacientes terminan extirpándoles el útero. En este caso, se realizó una neovagina o vagina reconstruida y nuestra intervención ha consistido en lograr la conexión entre esa vagina neoformada y el útero, de forma que puedan recuperar una vida normal”.

Precisamente, en una variante de estas malformaciones en pacientes sin vagina pero con presencia de útero es en la que los doctores Acién tienen descrita su propia técnica quirúrgica por vía laparotómica. Esta técnica, implantada en Sant Joan d’Alacant, cuenta con resultados exitosos de menstruación y embarazo, publicados en revistas internacionales, lo que ha provocado que reciban casos a nivel nacional. Ambos investigadores señalan que “hay aproximadamente diez embarazos en el mundo en mujeres con esta patología tan poco frecuente y en Sant Joan d’Alacant logramos uno de ellos de manera espontánea”.

Antes de intervenir a las dos pacientes, la doctora e investigadora de la UMH Maribel Acién impartió una conferencia sobre malformaciones complejas del aparato genital femenino y expuso la técnica de sus operaciones en pacientes jóvenes, con agenesia congénita del cuello de útero y vagina. La profesora Acién ha explicado que “les presentamos la técnica, haciendo hincapié también en la importancia del postoperatorio, ya que en la conexión del útero con la vagina mantenemos una sonda durante tres semanas para administrar medicación y evitar infecciones. La importancia de esta visita ha sido enseñar nuestra técnica a profesionales de la talla de la doctora Sara Brucker y el director médico Diethelm Wallwiener, que tienen más de 300 casos intervenidos en su hospital”.

A pesar de que Tubinga es una ciudad relativamente pequeña, su Universidad es de las más antiguas de Europa, especialmente prestigiosa en Humanidades y Ciencias Naturales, Filosofía, Arqueología y, desde luego, en Medicina. La ‘Frauenklinik’ es uno de los Hospitales de la Universidad de Tubinga, que es referencia en Alemania (Top 20 nacional de Hospitales en 2015) para ciertas áreas de la Ginecología (cáncer ginecológico, mama, cirugía laparoscópica y malformaciones genitales complejas) y especialmente para mujeres con síndrome de Rokitansky, que son referentes en Alemania y en otros países para esta patología.

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