Una tesis de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que los mayores que participan en el programa de acompañamiento “Acompaña-Té” aumentaron de manera significativa su autoeficacia para manejar los problemas socioemocionales como la soledad. El estudio, titulado “La soledad en la vejez: Análisis y evaluación de un programa de intervención en personas mayores que viven solas”, ha sido presentado por la doctoranda de la UMH Raquel Lorente Martínez, bajo la dirección de la responsable del Programa Integral de Mayores de 55 años (Sabiex) de la UMH, Esther Sitges Maciá.

El Programa Acompaña-Té de Sabiex es fruto del convenio suscrito entre la UMH y las Concejalías de Política de Mayores y Bienestar Social del Ayuntamiento de Elche. En esta iniciativa, estudiantes de la UMH participan como voluntarios y acompañan a personas mayores que viven solas en Elche para reducir sus sentimientos de soledad. El objetivo es reducir los sentimientos de soledad y promover la participación social y la salud de las personas ancianas. Para comprobar los efectos del Programa, la doctoranda de la UMH realizó un diseño mixto con el fin de averiguar los efectos del programa desde la experiencia personal de soledad de los participantes. 

Entre los resultados de este estudio, destacan que los participantes aumentaron de manera significativa su autoeficacia para manejar los problemas socioemocionales que puedan surgirles durante la vejez como los problemas de soledad. En este sentido, la investigadora comprobó que la experiencia y el significado que tiene la soledad para los participantes son heterogéneos e influían en los efectos sobre la soledad de los participantes tras la intervención. En concreto, aquellas personas que consideran la soledad como una experiencia neutra (estar solo) o positiva y aquellas que atribuyen su soledad a causas internas y/o controlables mejoraron su soledad después de participar en el programa. Además de los efectos sobre la soledad, los participantes manifestaron cuatro beneficios principales del Programa: aprendizaje y conocimientos nuevos, beneficios psicológicos, participación social y nuevas relaciones y vínculos emocionales con los voluntarios universitarios.