Como presidente del Consejo Social de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y al margen del proceso judicial existente sobre el que hay controversia jurídica, no puedo más que celebrar la propuesta que he conocido sobre la creación de un campus interuniversitario de Ciencias de la Salud, dada la conveniencia de aprovechar los recursos existentes en un contexto de restricción financiera de la administración pública y para potenciar la formación y la investigación en esta área de estudio, de tanta significación social y económica para el futuro de nuestro territorio.

Mis impresiones se refuerzan, en mi condición de apoderado del Centro Internacional para la Investigación del Envejecimiento, Fundación de la Comunidad Valenciana (ICAR), una iniciativa de un grupo de 23 empresarios y corporaciones de la provincia de Alicante, en la que ya colaboran adecuadamente ambas universidades desde 2021, con la finalidad de contribuir al impulso, promoción, estudio y desarrollo de la investigación científicamente excelente sobre el envejecimiento, desde una perspectiva multidisciplinar y con la aspiración de tener un impacto social y económico positivo en la sociedad.

Asimismo, también como presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) en Alicante y, en definitiva, como directivo y empresario que prima la eficiencia y eficacia en la utilización de recursos para el desarrollo óptimo de cualquier actividad fundamental, creo que la propuesta anunciada podría sumar sinergias diversas para el mejor desarrollo de la educación sanitaria en la provincia, contribuyendo en la práctica a su máxima calidad y desempeño.