Un programa en salud psicofísica muestra una mejora en la autonomía de la población mayor

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19 diciembre 2024

Los resultados del programa en salud psicofísica, liderado por la profesora del Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche María Antonia Parra, revelan que el 72% de los participantes de este estudio han logrado mejorar su capacidad para llevar una vida autónoma.

El programa, en el que han participado un total de 107 personas mayores de 65 años, incluyó sesiones formativas durante mayo, junio y julio, diseñadas para estimular tanto su estado físico como cognitivo. Todas las sesiones se han impartido en el edificio Altamira del campus de Elche de la UMH.

El estudio, titulado Efectos de una intervención basada en un programa de ejercicio multicomponente en personas mayores: salud física, calidad del sueño, funciones cognitivas y calidad de vida, ha contado con el respaldo de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, con el objetivo de aportar una base científica sólida para la implementación de estrategias que favorezcan el envejecimiento saludable.

Las actividades realizadas durante este estudio de la UMH se han compuesto de ejercicios físicos, basados en la mejora de la fuerza y el equilibrio, así como de actividades de estimulación cognitiva centradas en la mejora de la memoria y la atención. Además, el proyecto liderado por la profesora Parra identificó que la práctica regular de actividad física también contribuye positivamente a la autonomía, aunque en menor grado que los efectos combinados del ejercicio y las actividades cognitivas. Estos datos refuerzan la idea de que una intervención planificada y dirigida tiene un impacto mayor que la actividad física por sí sola.

Otro hallazgo significativo del estudio se relaciona con la calidad del sueño. Se observó que una mejor calidad del sueño se asociaba con niveles más bajos de dependencia. Este resultado subraya la importancia de un descanso adecuado para las personas mayores. La calidad del sueño es esencial para mantener un estado de salud óptimo, ya que el descanso nocturno afecta directamente a funciones como la memoria, el estado de ánimo y la regeneración física. En personas mayores, el sueño de calidad contribuye a un mejor funcionamiento cognitivo, lo que puede retrasar el deterioro asociado con el envejecimiento y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la demencia. Por lo tanto, “fomentar hábitos que promuevan un sueño reparador debe ser considerado un componente clave en cualquier estrategia para mejorar la calidad de vida en esta población”, según afirma  la profesora de la UMH María Antonia Parra. 

El impacto de este estudio tiene amplias ramificaciones. A nivel individual, los participantes se beneficiaron de una mayor independencia, lo que implica menos necesidad de asistencia externa y una mejora en su calidad de vida general. Para las familias y cuidadores, esto se traduce en una reducción significativa de la carga asistencial, tanto emocional como económica.

Por otro lado, desde una perspectiva social, este tipo de programas representa una herramienta para aliviar la presión sobre los sistemas de salud, al reducir la prevalencia de dependencia entre las personas mayores. Además, fomenta una visión más positiva y activa del envejecimiento, cambiando paradigmas que tradicionalmente asocian la vejez con deterioro y fragilidad.

Desde el ámbito científico, los hallazgos de este estudio amplían el conocimiento sobre los factores modificables que influyen en la dependencia funcional. Esto abre nuevas vías para desarrollar intervenciones basadas en evidencia, así como modelos predictivos que identifiquen a las personas con mayor riesgo de dependencia, permitiendo intervenciones más tempranas y efectivas.

En términos prácticos, el programa es un modelo escalable y adaptable que podría ser implementado en una variedad de contextos, desde residencias de mayores hasta centros comunitarios. Su diseño que combina la actividad física con estimulación cognitiva, lo convierte en una solución económica y eficiente para potenciar la funcionabilidad de las personas mayores. Además, subraya la importancia de implementar intervenciones tempranas que maximicen los beneficios y optimicen el uso de los recursos disponibles.

El estudio valida principios clave del envejecimiento saludable, confirmando que factores como el ejercicio físico y la actividad cognitiva son pilares fundamentales para promover la autonomía en la vejez. También destaca la importancia de enfoques interdisciplinarios que integren conocimientos de campos como la gerontología, psicología y ciencias del deporte aplicados al envejecimiento y población mayor.

Finalmente, este estudio de la UMH muestra una herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y ofrece una solución efectiva para enfrentar desafíos sociales y económicos asociados al envejecimiento poblacional. El camino hacia un envejecimiento activo no solo requiere programas innovadores, sino también políticas públicas que prioricen estas intervenciones preventivas. Este avance representa un paso significativo hacia un futuro en el que las personas mayores puedan disfrutar de una vida más plena, independiente y saludable, con beneficios que repercuten en toda la sociedad.

Fuente imagen: Archivo. 

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