Una investigación de la UMH valora los beneficios de introducir las actividades acuáticas en educación física en Secundaria
La tesis doctoral realizada en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche por Apolonia Albarracín Pérez ha valorado los beneficios físicos y psíquicos que proporciona el medio acuático, por sus características especiales, al incluirlo como parte de la asignatura de educación física entre los alumnos de Secundaria. El trabajo, titulado ‘Las actividades acuáticas como contenido de la educación física en Educación Secundaria’, ha sido dirigido por el profesor del departamento de Psicología de la Salud de la UMH, Juan Antonio Moreno Murcia.
El objetivo de la investigación ha sido probar la posible inclusión de las actividades acuáticas como contenido curricular en la asignatura de educación física en Educación Secundaria Obligatoria. Se realizaron dos estudios, uno cuantitativo, donde se obtuvieron resultados descriptivos acerca de los beneficios y dificultades de la aplicación de las actividades acuáticas en educación física, y otro cualitativo, que matiza y completa el anterior desde aspectos más subjetivos del profesorado.
En el estudio 1, participaron 176 docentes de educación física, con edades comprendidas entre los 21 y los 60 años (M = 36.63, DT = 9.67), a los que se les preguntó sobre la importancia de inclusión de las actividades acuáticas en la asignatura de Educación Física. Los resultados pusieron de manifiesto que existen beneficios de la inclusión de las actividades acuáticas en el ámbito escolar referidos al contenido de la natación, a la actividad en sí y al propio medio. Los profesores valoraron que los beneficios físicos y psíquicos que proporciona el medio acuático por sus características especiales son mayores que el medio terrestre. Además, el desarrollo motriz del niño se ve favorecido por una experiencia precoz en el medio acuático.
Por otra parte, la natación es uno de los deportes más completos y el más prescrito por los médicos, por lo que en una clase de Educación Física en el agua se conseguiría la participación de los alumnos exentos por problemas de espalda. A pesar de ello, también, se presentan dificultades, basadas en el docente (formación, responsabilidad, voluntad, etc.) y en las instalaciones necesarias.
En el estudio 2 se matizaron y ampliaron los resultados anteriores a través de entrevistas semi-estructuradas e intencionales. La muestra estuvo compuesta por 29 docentes que previamente habían participado en el estudio anterior, siendo categorizados los datos en función de los centros de interés utilizados a lo largo de toda la investigación. Los resultados se encaminaron de nuevo hacia la relación del estado actual de la materia con la aplicación de contenidos novedosos, insistiendo en la necesidad de mayor colaboración por parte de las instituciones educativas y municipales, así como entre los diferentes agentes que participan de la educación de los alumnos, aportando las limitaciones y las posibles soluciones para la aplicación de los contenidos acuáticos.
Por último, a pesar de que el estado actual de la materia de Educación Física afecta a la aplicación de estos contenidos, se advierte que la mitad de los docentes en algún momento han incluido las actividades acuáticas en sus programaciones, aludiendo a la apertura y flexibilidad del currículo para aumentar este porcentaje. A pesar de existir muchas dificultades, entre las que destaca la carencia de instalaciones adecuadas, la voluntad del profesorado aparece como decisiva para superar las mismas.
Elche, 30 de julio de 2009