La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche participará en un proyecto de investigación europeo relacionado con el desarrollo de exoesqueletos o estructuras robóticas inteligentes que se adaptan a las piernas de la personas y que tienen habilidades motoras y sensoriales similares a la forma de caminar de los humanos. El proyecto, financiado con más de 300.000 euros por el 7º Programa marco de la Comisión Europea, pretende ayudar a la rehabilitación de personas para que puedan andar, por ejemplo, tras sufrir un ictus.

La investigación, titulada “BioMot: Robots vestibles inteligentes con habilidades motoras y sensoriales bioinspiradas”, tendrá una duración de 3 años. En el proyecto participa el grupo del director del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH, José M. Azorín, y está coordinado por el Grupo de Bioingeniería del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además, colaboran las universidades europeas Libre de Bruselas (Bélgica) y la de Padova (Italia), el centro de investigación japonés RIKEN, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y las empresas Technaid SL (España) y Össurhf (Islandia).

El equipo de la UMH se encargará de desarrollar la interfaz cerebral de este proyecto, cuyo objetivo es mejorar los exoesqueletos robóticos existentes, a través de la explotación de las interacciones sensoriomotoras dinámicas y del desarrollo de capacidades cognitivas que puedan conducir a un comportamiento de la marcha simbiótica en la interacción de la persona con el exoesqueleto. BioMot usará y adaptará herramientas disponibles para revelar cómo los circuitos neurales generan comportamiento y para proporcionar nuevas estrategias de co-adptación para andar durante el uso de robots exoesqueletos. Además, BioMot desarrollará una arquitectura cognitiva para robots exoesqueletos mediante la explotación del control neuronal y mecanismos de aprendizaje cuya finalidad será permitir una co-adaptación positiva con las personas.

Los robots “vestibles” son dispositivos orientados a las personas, normalmente, en forma de exoesqueletos. Estos dispositivos son acoplados a las personas con la finalidad de ayudarles a realizar funciones de la vida diaria, como por ejemplo, andar. Su aplicación se orienta tanto a personas sanas como a pacientes con lesiones neurológicas, por ejemplo durante el proceso de la rehabilitación de la marcha. Los actuales exoesqueletos para el proceso de andar todavía no son capaces de proporcionar la adaptabilidad y la flexibilidad presente en la marcha humana.

Más información en el siguiente enlace: http://www.car.upm-csic.es/bioingenieria/bioMot/index.html