El director del Grupo de Investigación en Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Eduardo Fernández Jover, ha participado en Valencia en la presentación de la Estrategia para la atención al Daño Cerebral Adquirido en la Comunidad Valenciana. En concreto, el catedrático de la UMH explicó el papel que puede desempeñar la investigación para ayudar a mejorar la calidad de vida de estas personas y presentó algunos de los sistemas de rehabilitación que desarrolla su Grupo de Investigación en la UMH.

La consellera de Sanitat Universal i Salut Pública de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón Giménez, y el coordinador de la Oficina Autonómica del Daño Cerebral Adquirido, Jaume Morera, inauguraron el acto. El principal objetivo de esta Estrategia es que las instituciones trabajen juntas desde distintas perspectivas: sanitaria, social, comunitaria y de investigación, para maximizar el grado de autonomía y la calidad de vida de todas estas personas.

Cada año, en la Comunitat Valenciana unas 12.000 personas sufren una lesión cerebral aguda sobrevenida. El 80% son debidas a ICTUS. Gracias a los avances médicos actuales, a la investigación y al desarrollo del sistema sanitario, cerca de 8.000 de estas personas logran sobrevivir, aunque entre el 40-50% quedan con diversos tipos de secuelas que incluyen alteraciones en la movilidad, la sensibilidad, la cognición o la conducta. Estas personas son susceptibles de mejorar y recuperarse, especialmente si se aplican las terapias adecuadas y durante el tiempo suficiente.

Lo que busca esta estrategia es coordinar todos los esfuerzos asistenciales, tanto sanitarios como de investigación, sociales y comunitarios para trabajar juntos y en red con el objetivo común de maximizar el grado de autonomía de las personas con daño cerebral sobrevenido, así como su participación social y la recuperación y normalización de sus roles para que cada pacientes alcance una calidad de vida aceptable.

En la Comunitat Valenciana este colectivo supone entre 56.000-60.000 personas, a las que hay que sumar su entorno familiar, que también se ve afectado al tener que facilitarles los cuidados y las atenciones que necesitan.