Un estudio señala que el Bisfenol A aumenta la sensación de dolor en ratones
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31 octubre 2019
Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y de la Universidad de Alicante (UA) han hallado el mecanismo de acción del Bisfenol A (BPA) en neuronas nociceptoras, encargadas de transmitir la sensación de dolor. El BPA es una sustancia química, empleada en la fabricación de envases plásticos, papel térmico y resinas, que recubren la parte interna de latas de alimentos o refrescos. El hallazgo ha sido publicado en la ‘Scientific Reports’, revista científica publicada por el grupo Nature.
Se trata de la primera vez que una investigación describe en un modelo animal cómo el BPA puede aumentar la sensación de dolor al modificar el comportamiento de determinadas neuronas. Los investigadores han tratado in vivo a ratones con cantidades pequeñas de BPA como las que se encuentran normalmente en la sangre humana y han demostrado que las neuronas nociceptoras, encargadas de transmitir las sensaciones dolorosas, se sobrexcitan cuando están en contacto directo con el BPA y permanecen más activas. Tras 8 días de tratamiento con Bisfenol A, los ratones pasaron un test de temperatura y mostraron una mayor sensibilidad al dolor térmico que los ratones no tratados con BPA. Tras comprobar este efecto, los investigadores procedieron in vitro a extraer de los animales las neuronas que transmiten los estímulos térmicos dolorosos para determinar el mecanismo por el que el BPA activaba toda esta sensación de dolor.
Según los investigadores, “si las neuronas encargadas de transmitir el dolor son sensibles al Bisfenol A, quizás pueda suceder que los humanos seamos más propensos a sufrir determinadas enfermedades neurológicas, en este caso, sensibilidad térmica al dolor». En este sentido, apuntan la posible relación del BPA con los efectos que aparecen en la eritromelalgia, una mutación genética que se caracteriza por una alta sensibilidad al dolor en las manos (hinchadas y enrojecidas) y que se aprecia en personas que trabajan en contacto directo con el papel térmico que se usa en tickets de la compra.
Este estudio describe, no solo el efecto del BPA en neuronas nociceptoras, sino que desvela el mecanismo de acción, a través del receptor de estrógenos alfa y su interacción con los canales iónicos, responsables de la excitabilidad de las neuronas sensoriales.
Tal y como recogen los investigadores de la UMH y la UA en el artículo publicado en ‘Scientific Reports’, la exposición al BPA se ha asociado a varias enfermedades relacionadas con las hormonas, incluidas la obesidad y la diabetes, alteraciones reproductivas femeninas y masculinas, cánceres sensibles a las hormonas, desajustes del nivel de la hormona tiroidea y cambios en el sistema nervioso, en este caso de las neuronas nociceptoras.
Los autores de este trabajo son el catedrático de Fisiología de la UMH y subdirector del IDiBE-UMH, Ángel Nadal, y los investigadores del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la UA Sergi Soriano, Juan Martínez-Pinna y Minerva Gil. Este grupo de investigadores colabora desde hace más de una década tratando de descifrar los efectos del BPA y los mecanismos moleculares implicados.
Hasta que esta sustancia sea prohibida, como ya ha ocurrido en algunos países, los investigadores de la UMH y la UA recomiendan el principio de precaución: utilizar recipientes que no sean de plástico y optar por cerámica y vidrio. Según han señalado los investigadores, “es importante evitar envases marcados con el número 3 y 7 dentro de un triángulo, ya que son los que mayor cantidad de BPA contienen”. Por otro lado, advierten que el problema aumenta con la exposición al calor, ya que la sustancia migra al alimento, por lo que destacan no calentar alimentos envasados en plástico o en tappers.