Una investigación del Instituto de Neurociencias demuestra que las neuronas cooperan para distinguir las texturas
Campus, Elche, Fuente, Investigación, Investigaciones, Noticia, Portada UMH
29 abril 2013
Las neuronas cooperan para que el cerebro reciba de forma adecuada los mensajes sensoriales, según demuestra una investigación internacional coliderada por el investigador del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Miguel Maravall. El trabajo desvela que, por muy escasa que sea la información aportada por cada neurona, su sinergia sí genera un mensaje final adecuado.
El estudio, publicado en la revista Journal of Neuroscience, ha comprobado esta información en ratas, las cuales fueron expuestas a diferentes texturas y su actividad cerebral, monitorizada. Estos roedores poseen su sentido del tacto en sus vibrisas (bigotes especializados), del mismo modo que la piel humana. En ambos casos, la región de la corteza cerebral encargada de procesar la información sensorial se dispone en forma de mapa que emula a la localización de los receptores nerviosos.
El investigador Miguel Maravall, responsable de la investigación, explica que “la región de la corteza cerebral encargada de representar los estímulos del dedo índice es contigua a la responsable del dedo corazón”. Los bigotes de los roedores generan un mapa similar en sus cerebros.
Aunque haya grupos de neuronas específicos para cada región sensorial, no todas las neuronas de cada región aportan la misma cantidad de información. Según Maravall, “algunas de ellas aportan datos muy significativos sobre la naturaleza y la posición del objeto, y otras no”. La investigación ha demostrado que aunque ninguna neurona contenga la información suficiente para transmitir el mensaje sensorial completo, la cooperación entre todas ellas sí es capaz de lograr el objetivo. Maravall concluye: “Unas pocas neuronas bastan para reproducir la capacidad del animal de discernir la textura”.
La investigación ha contado con la participación de investigadores de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados y del Instituto Italiano de Tecnología (ambos en Italia).