En 2019 fallecieron como consecuencia de algún tipo de cáncer más de 10 millones de personas en el mundo, una cifra equivalente a la población de países como Portugal o Grecia. En este sentido, algunas de las empresas del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche trabajan diariamente en el desarrollo de soluciones que permitan la detección precoz y la mejora de los tratamientos. Con motivo del Día Internacional contra el Cáncer, que se celebra hoy, es importante resaltar la labor que realizan estas compañías.

Fuente: PCUMH.

Según la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en 2021 a alrededor de 276.000 personas se les diagnosticó esta enfermedad. Si se sigue con la comparativa es posible tomar como referencia que el censo de una ciudad como Elche no alcanza siquiera los 240.000 habitantes. Estas cifras respaldan la necesidad de seguir con la inversión en la investigación contra el cáncer.

El Parque Científico de la UMH cuenta con una importante representación de empresas punteras en el ámbito de la Salud, concretamente que innovan en propósitos relacionados con la oncología. Es el caso de Bioarray. Esta firma de diagnóstico e investigación se ha especializado en el análisis genético. La compañía emplea su tecnología de microarrays y de secuenciación masiva para detectar alteraciones asociadas a ciertos tipos de cáncer, no solo cuando ya están presentes en el individuo sino, también, cuando este es susceptible de sufrirlos. Esta información es vital de cara a realizar seguimientos médicos para controlar la salud y prevenir las potenciales consecuencias.

Debido a su alta efectividad, la inmunoterapia es uno de los tratamientos oncológicos en el que los expertos tienen puestas mayores expectativas. Se basa en estimular el sistema inmunitario de una persona con cáncer para que este sea capaz de destruir las células cancerosas. Sin embargo, no resulta efectivo ni en un 50% de los casos y genera un elevado coste económico al sistema de Salud, en torno a 150.000 euros por paciente. Para resolver esta incertidumbre, la spin-off Fastbase Solutions del PCUMH ha desarrollado la tecnología QF-Pro (Quantitative Functional PROteomics platform), que permite determinar con una precisión casi del 100% en qué pacientes funcionará la inmunoterapia. Para avanzar en su investigación, la empresa consiguió en 2020 el respaldo financiero de 450 inversores que contribuyeron con 750.000 euros para que la compañía avance en su propósito de certificar y licenciar esta innovadora tecnología.

En este campo destaca, también, la start-up del PCUMH Symbiota, que desarrolla productos bioterapéuticos con base microbiológica. Esta empresa es capaz de sintetizar y reproducir un ecosistema bacteriano in vitro, a través de una muestra real. Estos ecosistemas pueden monitorizarse y permiten recrear en modelos animales las condiciones fisiológicas de salud o enfermedad moduladas por la microbiota humana. Este avance podría ayudar a optimizar tratamientos como la inmunoterapia en pacientes de cáncer, en los que se ha visto que la microbiota intestinal juega un papel decisivo durante el tratamiento. Además, supone un paso más hacia una medicina personalizada, ya sería posible comprobar de manera real si un paciente responde o no a la terapia en enfermedades para las que la microbiota condiciona la respuesta al fármaco.

Cuando se habla de enfermedades como el cáncer es frecuente mencionar aspectos como la esperanza de vida, pero no se suele profundizar sobre en qué condiciones ni en cómo las secuelas de la patología o del tratamiento dificultan el día a día de los que lo han sufrido. Uno de los efectos secundarios más habituales tras el tratamiento con quimioterapia afecta directamente a la piel. Sequedad, picazón, enrojecimiento o descamación son algunas de las molestias que pueden hacer que un paciente no soporte el roce de la ropa o que incluso llegue a abandonar el tratamiento.

Para aliviar estos síntomas, la spin-off del PCUMH Prospera Biotech ha desarrollado PB02, un neurocosmético en crema para pieles con sensibilidad provocada por tratamientos oncológicos. La confianza del mercado en esta empresa es tal que hace unos meses cerraron una ronda de financiación de 200.000 euros, un importante impulso que les permitirá continuar con el avance en el desarrollo de innovadores productos neurodermatológicos.