Un estudio del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC descubre cómo se moldea el halterio, el estabilizador de vuelo de las moscas

Noticia

12 junio 2025

El halterio es un ala modificada que permite a las moscas mantener el equilibrio y realizar maniobras complejas en el aire. Un equipo del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desvelado cómo se forma esta estructura fundamental para el vuelo de las moscas. Este pequeño órgano, situado detrás de las alas principales, actúa como un giroscopio biológico que ayuda al insecto a estabilizarse en el aire. El estudio, publicado en la revista Current Biology, revela la existencia de una red interna de ‘tensores’ celulares que es clave para darle al halterio su característica forma.

Este trabajo ha sido liderado por el director laboratorio de Arquitectura celular y tisular en el sistema nervioso del Instituto de Neurociencias ‘, José Carlos Pastor Pareja. Demuestra que, al contrario de lo que se consideraba, el halterio no es una estructura hueca, sino que sus dos superficies están conectadas internamente a través de un sofisticado sistema celular que estabiliza su forma redondeada. “Esta estructura es un sistema de estabilización que recuerda a los soportes arquitectónicos: sin estas conexiones internas, el halterio se alarga y pierde su forma, igual que una carpa sin tensores”, explica Pastor Pareja.

Durante el proceso que se conoce como metamorfosis de la mosca, el paso de larva a adulto, las alas y los halterios se desarrollan a partir de una fina capa de células. En el caso del halterio, el equipo ha descubierto que primero se degrada una matriz extracelular rica en colágeno que separa sus dos caras. Esta degradación permite que se formen proyecciones celulares que conectan ambas superficies a través de una matriz con otra proteína, la laminina, formando una especie de armazón interno.

Estas conexiones actúan como tensores biológicos, que permiten resistir las fuerzas que de otro modo deformarían el órgano. Cuando este sistema falla, como ocurre en los modelos de mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) modificados genéticamente por el equipo, el halterio pierde su forma redondeada, clave para su función. Además, el estudio revela que el halterio está sometido a una tensión constante: una fuerza que tira de su base y otra que lo ancla a la cutícula externa del insecto. Es precisamente este sistema interno de tensores el que equilibra ambas fuerzas para mantener su geometría.

Para observar estos efectos, el equipo utilizó técnicas avanzadas de microscopía electrónica y grabaciones en vivo durante la metamorfosis de la mosca. “Hemos visto que se producen una serie de proyecciones celulares que estabilizan la forma redondeada del halterio al contrarrestar fuerzas que de otro modo lo deformarían”, explica Pastor Pareja y añade: “Cuando eliminamos esta estructura de soporte en modelos mutantes, el órgano pierde su geometría funcional”.

El uso de modelos mutantes y el análisis de la matriz extracelular han sido claves para desentrañar este mecanismo, que combina degradación de colágeno, adhesión celular y tensores internos que refuerzan la estructura desde dentro. Los resultados de este trabajo van más allá del caso particular de la mosca de la fruta, ya que aportan ideas generales sobre cómo los órganos adquieren su forma en los animales, una cuestión fundamental en biología del desarrollo. Además, pueden inspirar nuevas formas de abordar cuestiones como la ingeniería de tejidos o el diseño de estructuras biomiméticas.

El estudio se ha llevado a cabo en colaboración con los investigadores Yuzhao Song y Tianhui Sun, de la Universidad de Tsinghua (China); los investigadores Paloma Martín y Ernesto Sánchez Herrero, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO-CSIC-UAM); y el investigador Jorge Fernández Herrero, de la Universidad de Alicante. Esta investigación ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Programa para Centros de Excelencia Severo Ochoa del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH, la Fundación Ramón Areces y la Fundación Nacional de Ciencia de China.

Más información en: https://youtu.be/2YA-UcFqtbo

Acceso al artículo:

Song, Y., Martín, P., Sun, T., Sánchez-Herrero, E., & Pastor-Pareja, J. C. (2024). Mechanical coupling between dorsal and ventral surfaces shapes the Drosophila haltere. bioRxiv, 2024-11. https://doi.org/10.1016/j.cub.2025.05.040

 

Pie foto 1: El investigador Jose Carlos Pastor Pareja, del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH (izquierda), y el investigador Jorge Fernández Herrero, de la Universidad
de Alicante (derecha).

Pie foto 2: Imagen de microscopía electrónica que muestra un halterio desarrollado en condiciones normales (izquierda) y un halterio deformado en un modelo de mosca de
la fruta modificado genéticamente (derecha).