Cambio de la denominación del IBMC por Instituto en Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE)
El Consejo de Gobierno de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha aprobado, en su última sesión, el cambio de denominación del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) por la de Instituto en Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE). La nueva denominación recoge las tres actividades que caracterizan al Instituto: ciencia de calidad, desarrollo e innovación en biotecnología sanitaria.
Desde su creación, el IBMC ha dirigido su investigación hacia los campos de la biotecnología y la salud, a través de una investigación traslacional. Entre los logros del IBMC cabe destacar su relevancia científica internacional; la solicitud de alrededor de 30 patentes; la explotación de aproximadamente 15 productos innovadores; la participación en el desarrollo clínico de 3 productos para la salud humana y ha participado en la creación de 11 compañías biotecnológicas.
En la elaboración del nuevo Plan Estratégico (2019-2022), el IBMC (ahora IDiBE) desea impulsar el proyecto que le permita convertirse en un líder y referente en investigación de excelencia traslacional en el ámbito de la Biotecnología Sanitaria y que le convierta en un instituto merecedor de un sello de excelencia nacional. Para ello, uno de los objetivos del nuevo Plan Estratégico es plantear una marca corporativa que reconozca con mayor claridad sus actividades y el ámbito en el que las desarrolla, así como su ubicación temática.
En los últimos años, se ha producido un cambio sustancial en la política de financiación de los institutos de investigación y se ha potenciado la excelencia científica representada por los centros Severo Ochoa y unidades María de Maetzu. La obtención del sello de excelencia supone una financiación suficiente y estable para la sostenibilidad de los institutos, a través de la implantación de planes estratégicos verificables, mediante el impacto de sus resultados, las actividades de formación, transferencia y divulgación social. Esta financiación permite la captación de talento científico, lo que asegura el futuro de los centros; la dotación de infraestructuras, no abordables por su coste por grupos individuales, que permita modernizar equipos obsoletos e incorporar tecnologías de última generación; la transferencia y translación de resultados de investigación al sector empresarial y el aprovechamiento de los resultados de la ciencia a los ciudadanos que la financian, a través de sus impuestos.
Por tanto, las posibilidades que abre la consecución de una unidad de excelencia redundan necesariamente en el aumento de la competitividad y en la capacidad de liderazgo, tanto nacional como internacional, de los institutos que la consigan y, además, suponen beneficios para los investigadores miembros de esos institutos, que no solo cuentan, de esa forma, con los recursos que captan de forma individual.
Con el nuevo plan estratégico, y la incorporación de grupos de investigación de excelencia, el IDiBE aspira a convertirse en un Centro de Excelencia Severo Ochoa o Unidad María de Maetzu en el próximo cuatrienio, al fomentar una investigación de excelencia traslacional contrastable en el ámbito de la Biotecnología Sanitaria.