Una estudiante de la UMH realiza una terapia canina con personas que tienen enfermedad mental
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15 julio 2014
La estudiante de 4º curso del Grado en Psicología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Nuria Disla Azorín ha promovido una modalidad de terapia, basada en la relación de perros y personas con enfermedad mental de Yecla. La terapia se realiza con miembros de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Yecla (Afemy), en colaboración con el Centro de Adiestramiento Canino “Pastores de Hécula” y la Sociedad Protectora de Animales de Yecla (Spandy). Esta iniciativa surge del Trabajo de Fin de Grado de la estudiante de la UMH, que está tutorizada por la profesora del Área de Psicología de la Universidad Maite Martín-Aragón Gelabert.
Con este proyecto, la estudiante de la UMH Nuria Disla pretende que los usuarios experimenten cambios de adaptación social, modificaciones en la memoria, en la atención y en el estado de ánimo. Estas variables son trabajadas en las sesiones con los tres perros que participan en la terapia: un bóxer, un mestizo, y un labrador. Cada grupo de usuarios trabaja con un perro y con el material específico para cada sesión, mediante una serie de juegos físicos y cognitivos, así como grupales o individuales.
En esta actividad participan 20 usuarios, de los cuales 12 se benefician directamente de la terapia, mientras que 8 pertenecen al grupo de control. La iniciativa se ha llevado a cabo en 8 sesiones, divididas en presentaciones, visionados de películas y clases teórico/prácticas que imparte el responsable del Centro de Adiestramiento Canino “Pastores de Hécula” de Yecla, Juan David Ortuño García.
La estudiante de la UMH ha explicado que “así se fomenta la motivación, la coordinación, la cooperación y la estimulación cognitiva. Todas estas actividades son complementarias, en ningún momento se pretenden sustituir los talleres psicosociales y rehabilitadores que se realizan actualmente en la Asociación Afemy, ya que son totalmente necesarios para que las terapias caninas tengan algún efecto”.
Los perros han sido seleccionados por su capacidad de autocontrol y por ausencia de agresividad. La labor de los animales consiste en estar al lado de los usuarios, recibir alguna orden básica y ejecutar ejercicios. La estudiante de la UMH ha señalado que “con el perro como coterapeuta se rompen un poco los esquemas establecidos de una terapia al uso y, con ello, incentivamos la atención e interés de los usuarios”.
Antes y después de las sesiones de terapia canina, los usuarios han realizado varios cuestionarios como el Inventario de Depresión de Beck (BDI), la Escala de Adaptación Social (SASS) y el Montreal Cognitive Assessment (MoCA). Una vez finalizada la terapia, la estudiante de la UMH, volverá a pasar los test a los usuarios (post-intervención) y elaborará una escala de elaboración propia para conocer la satisfacción de la tarea. Asimismo, solicitará información a los monitores y familiares de los usuarios sobre los cambios percibidos
El director del centro de adiestramiento “Pastores de Hécula”, Ortuño García, ha cedido su pista de entrenamiento para la terapia, ha preparado a los perros y ha colaborado con la instrucción de los juegos. Además, la Sociedad Protectora de Animales de Yecla (Spandy) ha cedido un perro del refugio con el fin de entrenarlo y posibilitarle una futura adopción.