La UMH participa en un seguimiento por satélite para el estudio de quebrantahuesos pirenaicos

Investigadores del Departamento de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han colaborado en un estudio basado en el seguimiento satelital de 19 quebrantahuesos pirenaicos, monitorizados entre 2006 y 2014, que ha proporcionado más de 66.000 localizaciones GPS. Según ha explicado el profesor del Departamento de Biología Aplicada de la UMH y uno de los coautores de este trabajo Juan Manuel Pérez, “los adultos territoriales explotan áreas mucho más reducidas (63 km2) con respecto a los individuos no territoriales, que superan los 11.000 km2”. Otro de los hallazgos de este estudio es que la mitad de las áreas de campeo se encuentra fuera de espacios protegidos, hecho que supone un riesgo para la viabilidad de la especie, ya que muchas de las actuales amenazas de conservación como el uso ilegal de cebos envenenados se producen en estas zonas.08-11-16-estudio-quebrantahuesos

Este trabajo es el primer estudio exhaustivo, realizado con tecnología GPS, que proporciona información detallada del uso del espacio que realiza el buitre europeo más amenazado. La investigación, liderada por investigadores de la Universitat de Lleida, ha sido publicada en la revista Scientific Reports. En el estudio, también, han participado investigadores de la Universidad Complutense de Madrid.

 Los resultados pueden tener importantes aplicaciones en la gestión de la población pirenaica ya que, según ha señalado el primer firmante del artículo, Antoni Margalida, “por primera vez hemos podido ver cómo se mueven los quebrantahuesos pirenaicos y evaluar qué funcionalidad tienen los puntos de alimentación suplementaria, así como estimar el papel que juegan los espacios protegidos en el uso del espacio de esta especie”.

Los investigadores iniciaron el estudio en 2006, gracias a la financiación del actual MAGRAMA y la Generalitat de Catalunya. Las campañas de marcaje se llevaron a cabo en las comarcas de la Alta Ribagorça, Pallars Jussà y Pallars Sobirà, donde se capturaron ejemplares de diferentes clases de edad y sexo para tener una visión global del uso del espacio por parte de esta amenazada especie. Las diferencias entre los adultos territoriales con respecto a los individuos no territoriales en las áreas de uso tienen su reflejo en los movimientos diarios de los quebrantahuesos, mientras que los individuos no reproductores se desplazan una de media 27 km diarios, los territoriales tan sólo se desplazan una media de 8 km alrededor del nido. Una de las novedades del estudio es la estimación del impacto que tienen los puntos de alimentación suplementaria en el uso del espacio.

De acuerdo con los resultados de la investigación, sólo un 5% de las localizaciones se produjeron en un radio inferior a 1 km de los comederos, “lo que indica que la especie obtiene buena parte de los recursos fuera de estos puntos”, han explicado los investigadores.

Se conoce como individuo territorial a aquellos individuos establecidos en un área determinada, en la que realizan sus procesos vitales como la alimentación y la reproducción y que defienden frente a la presencia de otros congéneres. Por su parte, los individuos no territoriales son aquellos que por edad (aún son ejemplares jóvenes y no tienen capacidad para reproducirse) o porque no han encontrado un territorio vacante en el que establecerse, son ejemplares que no tienen un lugar fijo y se mueven constantemente de un lugar a otro en busca de pareja o comida.

Con respecto a los quebrantahuesos del Pirineo, existe una saturación en los territorios buenos de cría, es decir la mayoría de los territorios con condiciones adecuadas están ocupados por una pareja territorial. Esto conlleva que el número de ejemplares no territoriales (incluso ejemplares con una edad considerable) se muevan constantemente de un territorio a otro en busca de un lugar vacante para criar. La saturación ha sido tan elevada que alguno de estos ejemplares ha optado por entrar como ayudante de cría de otra pareja, lo que conocemos como tríos reproductores, con el objetivo de esperar a que uno de los dos ejemplares se muera y le deje su plaza en el territorio.

España, con cerca de 130 parejas reproductoras, alberga más del 60% de la población europea de quebrantahuesos estimada en poco más de 200 parejas. La viabilidad de la metapoblación europea depende de la conexión entre subpoblaciones y los quebrantahuesos pirenaicos son los que menos movimientos dispersivos realizan en comparación con poblaciones reintroducidas como las de Andalucía o Alpes. Los resultados obtenidos permitirán optimizar la toma de decisiones a gestores y conservacionistas que trabajen con especies amenazadas de larga vida.

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