Investigadores de la UMH y de una universidad italiana desarrollan compuestos para aliviar alteraciones dermatológicas como la psoriasis
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12 junio 2018
Los investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular (IBMC) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Asia Fernández y Antonio Ferrer, junto con la investigadora de la Universidad del Piamonte Orientale en Novara (Italia) Tracey Pirali han desarrollado nuevos compuestos derivados de una sustancia natural, la capsaicina, que pueden aliviar alteraciones dermatológicas como el prurito o la psoriasis.
Según los investigadores, la capsaicina, el compuesto que da a los chiles su sabor picante, se agrega a algunas cremas médicas por su capacidad para aliviar el dolor y el picor, pero puede producir efectos secundarios preocupantes. El equipo de investigación ha desarrollado compuestos modificados de la capsaicina, que son capaces de inactivarse por las enzimas en la piel y evitar algunos de estos efectos secundarios, a la vez que mantienen la capacidad de aliviar el dolor y el picor.
Los autores de este estudio, financiado por los proyectos de I+D+I «Retos de la sociedad» – MINECO 2015 SAF2015-66275-C2-1-R, afirman que la actividad de un tipo de proteína transmembrana, denominada canal iónico TRPV1, aumenta en condiciones patológicas de dolor e inflamación y, por ello, su modulación supone un desafío en la generación de nuevas terapias más seguras y efectivas. Estos canales, también, están implicados en muchas patologías dermatológicas como el prurito o la psoriasis. Actualmente, existen compuestos que actúan sobre el canal TRPV1, principalmente la capsaicina, y que tienen el potencial para aliviar una gran cantidad de afecciones de la piel asociados a la hiperalgesia, la inflamación o el prurito. El uso de estos compuestos tiene limitaciones, debidas al intenso dolor inicial que producen tras su primera aplicación, lo que hace que se suspendan las pautas del tratamiento y, por tanto, la eficacia terapéutica de los mismos.
Debido a que estas sustancias pueden permanecer en la dermis durante un largo periodo de tiempo, producen eritema y puede fomentar la formación de tumores de piel cuando se combina con un inductor de tumores como la luz solar. Por otro lado, los compuestos que bloquean el canal TRPV1 han mostrado efectos adversos preocupantes como es un aumento elevado de la temperatura corporal, lo que ha limitado su aplicación en clínica.
Los efectos indeseados de los compuestos existentes actualmente impulsan la necesidad de nuevas estrategias terapéuticas. En este sentido, los grupos de investigación de la UMH, liderados por Asia Fernandez-Carvajal y Antonio Ferrer, y de la Università del Piemonte Orientale, liderados por la investigadora Pirali, han sintetizado una variedad de derivados de la capsaicina con un interruptor de autodestrucción incorporado con el objetivo de aliviar el dolor y picor de forma local y evitar algunos de estos efectos secundarios. El interruptor consiste en la adicción de un enlace éster en los compuestos mediante la reacción de Passerini, un tipo de reacción que favorece la eliminación de las moléculas en el cuerpo. Este enlace es hidrolizado por las enzimas esterasas presentes en piel produciendo metabolitos que el cuerpo elimina fácilmente.
Los compuestos han sido probados en líneas celulares para evaluar su efecto sobre la actividad del canal TRPV1 y en células de piel humana para determinar su hidrolisis. Estos compuestos han demostrado ser capaces de aliviar el dolor y el picor en modelos animales de inflamación y prurito sin producir hipertermia.
Varias enfermedades de la piel que cursan con prurito suelen ser muy resistentes a las terapias antihistamínicas y actualmente se carece de un tratamiento farmacológico fácilmente aplicable, bien tolerado y universalmente eficaz para paliar el picor persistente, que es motivo de consulta frecuente en atención primaria y causa de gran deterioro en la calidad de vida, especialmente cuando es crónico. Durante los últimos años, el síndrome de la piel sensible se ha convertido en uno de los campos más importantes en dermatología para el que no existe actualmente un tratamiento eficaz.
El empleo de una nueva diana implicada en los procesos de pruritogénesis, el canal iónico TRPV1, y su modulación mediante compuestos hidrolizables derivados de la capsaicina puede ser una estrategia innovadora y de gran alcance para la prevención y el tratamiento de estos trastornos dermatológicos, lo que evita los efectos secundarios que hasta ahora se han producido en el desarrollo de compuestos moduladores de TRPV1.
El resultado de esta investigación ha sido publicado en J. Med. Chem.2018 https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acs.jmedchem.8b00109?source=cen y ha atraído la atención de la revista de divulgación química, Chemical and Engineering news.