El 72% de las personas LGBT+ vuelve al armario cada día en su trabajo, según un proyecto en el que participa la UMH

La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche participa en el Proyecto Europeo Avanzando en la gestión de la diversidad LGBT en el sector público y privado (ADIM), coordinado desde el Ministerio de Igualdad de España, junto a la Comisión para la Ciudadanía y la Igualdad de Género de Portugal y la Universidad Complutense de Madrid. Entre las conclusiones que se recogen en este estudio, destaca que el 72% de las personas LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual y trans) vuelve al armario cada día en su trabajo, ya sean empresas u otras organizaciones.

Los motivos por los que ocultan su orientación sexual son para evitar chistes, comentarios negativos, burlas o insultos, así como para impedir que su condición sexual o identidad de género frustre ascensos o subidas salariales o para no perder directamente el empleo. Asimismo, el proyecto señala que mientras las personas heterosexuales hablan con espontaneidad de sus parejas y familias, las personas LGBT+ enfrentan lo que se denomina homofobia liberal, que pretende reducir la diversidad sexual y de género a la estricta esfera de lo privado.

En el proyecto, financiado por la Unión Europea, han participado 16 empresas y 8 universidades públicas de España y Portugal. Además, constituye una de las mayores muestras a nivel mundial sobre las experiencias de este colectivo en el ambiente laboral. En concreto, ha consistido en un diagnóstico interno de las políticas de diversidad e inclusión, dirigidas a personas LGBT+, y en la elaboración de un cuestionario administrado a 53.667 empleados, respondido por 8.557, de los que 1.147 eran personas LGBT+.  

Del total de las personas LGBT+ que oculta su orientación sexual en el trabajo, un 26% no es visible con ningún compañero, otro 26% solo es visible con alguno y un 20% con la mayoría. El proyecto destaca, además, que solo el 55% del colectivo LGBT+ que tienen hijos se siente cómodo cuando habla de ellos, lo que supone un dato alarmante si se tiene en cuenta la difícil gestión de imprevistos que surgen con los menores como enfermedades, accidentes, cuestiones escolares sobrevenidas y acontecimientos similares. También, el 15% de las personas LGTB+ ha evitado alguna vez eventos o espacios corporativos.

Según explica el comercial de 39 años que ha participado en el Proyecto ADIM, Juan Gabriel “yo no trabajaba en entornos especialmente homófobos. Sí que es cierto que de vez en cuando se oía algún chiste o insulto y yo no me sentía seguro para desvelar mi orientación sexual. El primer año acudí al viaje de incentivos con mi hermano, pero el segundo año dejé de ir. Tenía miedo de ser reconocido como gay y ser yo el protagonista de esos rumores, chistes, comentarios y comidillas en mi empresa”.

En general, las personas LGTB+ rehúyen hablar en el trabajo de temas como su vida social, sus aficiones, sus afectos y sus familias. La investigación incide en que esta situación imposibilita un desarrollo personal en libertad y perjudica el desarrollo profesional ya que, además de no poder disfrutar de ciertos derechos laborales, las personas LGBT+ enfrentan más dificultades para poder comprometerse con la empresa y realizarse profesionalmente.

Por ello, el Proyecto ADIM propone acciones concretas que pueden llevar a cabo las empresas e instituciones para promover un ambiente laboral inclusivo para las personas LGBT+ y, específicamente, para las mujeres lesbianas y bisexuales y las personas trans. No en vano, el Proyecto ADIM muestra que las empresas que trabajan la diversidad sexual potencian la creatividad y la innovación, aseguran el bienestar de las personas que trabajan en ellas y garantizan su mayor implicación. También, señala que estas situaciones discriminatorias pasan muchas veces desapercibidas entre empleados no LGTB+.

El Proyecto ADIM se puede consultar en el enlace https://adimlgbt.eu/

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